Por Mario Javier Pacheco
La Registraduría Nacional entregó las credenciales de Presidente y Vicepresidente de la República a Iván Duque y a Martha Lucía Ramírez, como culminación de los actos legales previos a la posesión del 7 de agosto.
El optimismo es general frente al gobierno que inicia bajo la conducción de un mandatario joven, inteligente y conciliador, que conquistó al país sin otro capital que su carácter y sus ideas, a través de una campaña inédita en la historia electoral, gerenciada por Luigi Echeverri; sin compromisos políticos y sin más norte que el desarrollo, a partir de la legalidad, la convivencia, la equidad y la estabilización, para 48 millones de colombianos, sin distingos.
En su discurso, Iván Duque dejó claro que recibe un país desacelerado en su economía, con una angustiosa carga tributaria que afectó a la empresa y dejó brechas abiertas; con necesidades precarias en todo el territorio y con una burocracia exagerada. Un país convulsionado por la violencia, con cultivos ilícitos desbordados y con delincuentes que se rehúsan a entregar las armas.
Advirtió que su gobierno perseguirá cualquier forma de criminalidad y de violencia, y especialmente la corrupción, inhabilitando empresas y propietarios que corrompan a los funcionarios, y acabando con la casa por cárcel y la reducción de penas a quienes atenten contra el erario público.
No habrán milagros, afirmó, pero habrá trabajo arduo, para que los ciudadanos volvamos a tener el orgullo de ser colombianos.
El Estado será austero, poniendo fin al gasto innecesario, y reduciendo la carga tributaria a quienes promuevan empleo y mejoren el ingreso de los trabajadores. La legalidad será una de sus premisas. Un Estado de derecho, donde quien vulnere la ley sea sancionado.
La convivencia, otra de sus premisas, vendrá acompañada de inversión social en los lugares más apartados de Colombia, fomentando el emprendimiento y el empleo formal.
Quiere unir a Colombia y retomar la posibilidad que se perdió el 2 de octubre de lograr el gran acuerdo nacional, para que el narcotráfico deje de ser un delito conexo al delito político, la erradicación será obligatoria, y si alguien la quiere hacer voluntariamente, se le tenderá la mano.
No permitirá que las víctimas sigan siendo burladas en su derecho a la verdad, justicia y no repetición, por eso sancionará ejemplarmente a los victimarios que escondan armas o dinero,
Esta Colombia es posible. Aseguró, si se lucha por la legalidad, desde las aulas, donde se enseñe cívica y urbanidad y se reencuentre la estirpe colombiana, de valores, que por inercia, rechaza cualquier tentación de la ilegalidad.
Trabajará por un país eficiente, que haga más con menos, con desarrollo empresarial, donde el emprendimiento contemple las nuevas tecnologías, y la economía naranja, en directa relación con la equidad, que es otra de sus premisas.
La equidad para derrotar la pobreza extrema y ampliar la clase media que sueña con una vivienda, con un vehículo.
A la oposición le indicó que tendrá garantías; que es natural en las democracias, pero que la haga con coherencia, que reclame pero que no fracture; que exija, pero que no promueva odio, que invite a hacer lo mejor, pero sin esa crítica que busca la negación de la realidad.
Quiere un país donde la sostenibilidad ambiental no sea un costo, sino una inversión al patrimonio acuífero, de las selvas húmedas.
Quiere que Colombia sea el país de la innovación, de inventores, con registros de marcas y patentes, el país de los creadores, de ingenieros, poetas y artífices, convertidos en epicentro de Latinoamérica.
Iván Duque desestimó a las derechas y las izquierdas, porque, dice, los problemas no tienen ideología, y mucho menos las soluciones, así que estas serán trabajadas entre todos.
Propenderá por la estabilización del país, en paz, pero con la firmeza de hacer cumplir la ley, porque cuando esta se burla, se burla también la integridad de los colombianos.
Finalmente manifestó que visitará las regiones todas las semanas, con los talleres “Construyendo país” para que la voz del pueblo, sus reclamos e iniciativas le den a Colombia la posibilidad de crecer. Porque lo que quiere este gobierno, es acertar.
Legalidad, equidad, convivencia y estabilización, serán la ruta para el gobierno de Iván duque. Una nueva Colombia con impacto continental.
Mario Javier Pacheco