Por Mario Javier Pacheco
¡Al pan, pan! La consulta anticorrupción, con apariencia de causa noble, es solo una treta para publicitar la candidatura de Claudia López a la alcaldía de Bogotá y, además de ser un robo a los colombianos, es populista e inútil.
Su estratagema, aprobada por Santos en decreto 1028 de 2018, vale trescientos mil millones de pesos ($300.000.000,000), y es Corrupción con mayúscula.
Claudia, reconocida por su connivencia con criminales, y quien se jacta de impoluta, registra 25 anotaciones en la Corte Suprema de Justicia y es la típica “astuta”, que a falta de argumentos, calumnia y grita para amedrentar y ganar. El año pasado usó la “anti corrupción” para promover con éxito su candidatura al senado, gratis, – no para nuestro bolsillo-
Con lo que cuesta su treta, se podría construir un pueblo de 10.000 casas de interés social, pero los ingenuos dicen que si ya se gastó la plata, es mejor salir a votar, otros dicen que no les importa si la consulta viene de una corrupta, sino la idea, y les vale que se «abuse de su nobleza». Hacen lo que la víctima, a quien roban el celular y busca al ladrón para llevarle el cargador. Votar en la consulta no solo es acudir al engaño, sino premiar la trampa y estimular este tipo de marrullas para el futuro.
Otros más tontos, justifican votar, «para detener el robo de 50 billones de pesos que los corruptos roban al año. y les vamos a decir, el por qué esa excusa es la más insulsa de todas, ante la magnitud de la farsa. Quien no lo quiera creer, vaya, vote y conviértase en otro idiota útil de Claudia.
Vamos por partes.
La Constitución solo puede ser reformada por el congreso; por una Asamblea Constituyente, o por el pueblo mediante referendo. No por consulta (Art. 374 C.N.) y eso es lo que intentan las preguntas 1 y 7, que de ser aprobadas tendrían que surtir trámite en el congreso para que apruebe convocatoria a referendo o a Asamblea Constituyente. (Art. 376 C.N.)
Ya el congreso rechazó la rebaja salarial que se propuso en los actos legislativos 06 de 2015 y 02 de 2016. Es cierto que ganan mucho, pero el estudioso sabe que el salario de los congresistas es de ocho millones de pesos, y no de 31 millones. El excedente, que no toca la consulta, son primas y gastos de representación. De todas formas, la Consulta no es el mecanismo legal para rebajarlos.
Las demás preguntas, que en caso de pasar, sí serían obligatorias y vinculantes, ya se encuentran previstas en diversas normas, entre ellas en la Ley 1474 de 2011, o estatuto anticorrupción y solo hay que tener voluntad política para aplicarlas, como la tiene el presidente Iván Duque.
Veamos las preguntas y el engaño de la consulta.
1.- Reducir el salario de congresistas y altos funcionarios del Estado. (¡Engaño! La consulta no es el trámite, porque intenta modificar el art. 187 de la Constitución)
2.- Cárcel a corruptos y prohibición de volver a contratar. (¡Engaño! Ya está previsto en el art. 13 de la Ley 1447 de 2011, por lo tanto la pregunta sobra)
3.- Contratación transparente y Pliegos tipo. (¡Engaño! Ya está en el art. 4 de la Ley 1882 de 2018, por lo tanto la pregunta sobra)
4.- Presupuesto público con participación de la ciudanía. (¡Engaño! La Ley 1757/2015 y la Corte Constitucional, prohíben que las consultas decidan temas presupuestales)
5.- Congresistas deben rendir cuentas de su asistencia, votación y gestión. (¡Engaño! Ya está en el Código Disciplinario y el Conpes 3645 de 2010, por lo tanto la pregunta sobra)
6.- Hacer públicas las propiedades e ingresos y extinguir dominio a políticos. (¡Engaño! Es una obligación, por ley de 1995, por lo tanto la pregunta sobra)
7.- Máximo tres periodos en corporaciones publicas. (¡Engaño! La consulta no es el trámite, porque Intenta cambiar la Constitución, que no contempla límite en períodos de reelección)
Por todo lo anterior, las preguntas son un canto a la bandera, ya que todas están vigentes en la normatividad colombiana y pedir que se incorpore a la ley y hacer obligatorio lo que ya está en la ley y es obligatorio, no es otra cosa que una perogrullada, pero carísima, y con segunda intención.
Adicionalmente, el programa de Gobierno de Iván Duque está diseñado para combatir la corrupción y el pasado 8 de agosto, presentó los proyectos de acto legislativo 12; 072; 073 y 074 de 2018 y el proyecto de ley 82 de 2018, que sí son eficaces, ; superan con creces la consulta y no cuestan trescientos mil millones. Por esta razón, si eventualmente la consulta pasara, el trámite siguiente es que el ejecutivo los convierta en proyectos de actos legislativos, lo que ya hizo el presidente, así que en la práctica, de nada servirá que la consulta se vote y pase el umbral.
Claudia nos mete la mano al bolsillo para promocionarse. 300 mil millones que le regaló Santos antes de irse, en la situación económica que vive Colombia, es una irresponsabilidad que se debe pagar.
Por eso, con el respeto y admiración que profeso por el presidente Duque, me permito declinar su invitación. No saldré a votar la consulta del 26 de agosto, porque cuando voté por Duque, voté contra la corrupción y porque esta convocatoria es otra impúdica muestra de la astucia de la López, para tomar ventaja a los demás candidatos a la alcaldía de Bogotá
Salir a votar, incluso por el No, es auspiciar la bellaquería de quien pretende usarnos como idiotas útiles. Es su trampolín a la Alcaldía de Bogotá y el tiempo nos dirá cuanta razón hay en esta estrategia que no todos quieren comprender.
Para quienes queremos más cerebro que lengua en la alcaldía de Bogotá, no salir a votar es la consigna.
Mario Javier Pacheco García. Clic acá