Por: Mario Javier Pacheco García
Oración a la Virgen de Torcoroma
En mil setecientos once se iluminaron los siglos
Cuando el diez y seis de agosto, Dios quiso que a mi montaña
Bajara de árbol vestida, aroma de savia santa
La Virgen de Torcoroma desde los cielos a Ocaña
Un torrente de milagros se esparció por la esperanza
De los siglos que vinieron a proteger nuestra estancia
Y de entonces al santuario, las almas atribuladas
Suben cantando sus penas, bajan con sus penas salvas
Y erradica las angustias con solamente invocarla
¡Torcoroma virgen mía, Madre de astilla ataviada!
Te traigo con humildad esta devota plegaria
Para que apoyes mis sueños, para que calmes mis ansias
para que cures mi cuerpo; y te imploro por tu gracia
Que de todo mal me apartes con tus bienaventuranzas
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Aparición de la Virgen. Recreación del artista digital Yerson Jair Manzano