Por: Paola Vergel – Columnista Invitada.
Para muchos será muy pronto hablar de un legado del Presidente Iván Duque, pero creo que en sus primeros cuatro meses de mandato, ha demostrado el talante de estadista que comenzó a forjar desde su paso por el Congreso en el año 2014.
Que Iván Duque sea el Presidente número 117 de la historia de Colombia, no es una casualidad. Fue educado para ser el Mandatario de los colombianos, un lector apasionado y un hombre muy disciplinado con una visión diferente de hacer política. Los estilos son muy importantes, en algunos casos más que las maneras, por eso considero que la juventud del Presidente, no debe ser usada para quitarle sus méritos. Su etapa en el Congreso fue muy corta, desde el 20 de julio de 2014 al 20 de marzo de 2018, en ella logró la aprobación de cinco leyes de la República, a pesar de ser parte de la oposición de gobierno.
Durante su trabajo como legislador, Iván Duque demostró sus cualidades como orador en cada uno de los debates, el rigor a la hora de hacer control político, la destreza en temas económicos, pero su labor más admirable fue su papel de buscar consensos, cualidad que hoy como Presidente sigue imprimiendo en cada una de sus labores como gobernante. El estilo Duque es hacer política sin mermelada, es buscar a toda costa la Equidad como principio de vida, cerrando las brechas de problemáticas simples que fueron mal envejecidas y hoy tienen a miles de colombianos viviendo en la pobreza.
Colombia no está acostumbrada a ver la política 2.0, representada por un Presidente como Iván Duque. En estos cuatro meses de gobierno apenas los colombianos están percibiendo que sí es el Presidente cercano que prometió ser en campaña, cuando decía: “Yo no seré un presidente encumbrado en un palacio, mi palacio es estar con los colombianos, escuchando sus necesidades. Vamos a trabajar de la mano con los ciudadanos, para construir un mejor país”, y vaya que lo ha cumplido a pulso. Un balance sencillo es la realización de 17 talleres Construyendo País. Una clara muestra y muy palpable de su compromiso de trabajar por Colombia, recorriendo el territorio en ejercicios de microgerencia en donde acompañado por el Gabinete de gobierno, no solo escucha a los ciudadanos, sino que se hacen compromisos y se entregan soluciones para todos los temas.
El legado de Duque apenas se está cimentando. La Colombia que Iván Duque sueña, se puede hacer realidad en estos cuatro años. Pero ¿cómo? se preguntarán muchos. De una forma sencilla; sí los ciudadanos entienden la ecuación del bienestar, que es la suma de la Legalidad más el Emprendimiento, dando como resultado la Equidad. Así de simple, es la idea de transformar el país, a través de acciones concretas materializadas en su eslogan “El futuro es de todos”. Es por eso que el estilo de Duque, trascenderá. El reto ahora es hacer que los colombianos de a pie entiendan esa visión de país, cuando eso ocurra, la historia será la prueba que Colombia eligió el hombre correcto para ser su Gobernante.
