Mario Javier Pacheco
Ven mujer para contarte la historia
de cuando Dios el mundo terminaba
y había hecho los cielos y los hombres
y en el mundo tan solo tú hacías falta.
Miraba Dios la tierra que creara
De su eterno querer y de la nada
y ya la hacía girar y daba impulso
para integrarla a la galaxia…
cuando vio el bello mar y a las montañas
y quiso Dios entonces preservarla
y te hizo, madre, a ti, su gran milagro
cuerpo frágil, caricia delicada
pero fundió con el acero tu alma
para que replicaras para siempre
y cada nueve meses en tu vientre
la enorme maravilla de su hazaña,
como cuando Él de la nada lo creara.
Esta es tu historia, madre, tan inmensa
como el beso que en los hijos te consagra.
como el verso, hecho vida en tu regazo
como la luz, vuelta amor en tu mirada