Qué incómodo es personalizar, pero en esta ocasión no hay remedio, porque el caso es un ejemplo de la intolerancia de los seguidores de Petro, a todo nivel, que ante el favoritismo de Duque, solo les queda apelar a la calumnia, al fake news, al falso audiovisual, a la retaliación, al revanchismo expulsador y al chiste flojo.
Nada les funciona. Duque es una tromba que académica y moralmente se preparó para dirigir el país, que descresta en cada una de sus intervenciones en español o en inglés, sin pelos en la lengua para decirle al pan, pan y al vino, vino; por su claridad de nación y especialmente por su frescura, por su carisma y calidez, que nada tienen que ver con los artificios y la superficialidad de Fajardo, ni contiene el lenguaje de los odios sociales y el chavismo de Petro.
Los santistas/petristas son irascibles, rabiosos; afines a las FARC y detestan la prensa y el pensamiento libre que yo ejerzo y que me trajo al exilio “voluntario” pues por resoluciones de la Unidad Nacional de Protección de 2013 a 2016 se me reconoció en “Situación de riesgo extraordinario” luego de indicarme que era “objetivo militar” en el Catatumbo, donde escribía y trabajaba con mis clases y con proyectos financiados por el Ministerio de Cultura. (Ver link)
No solo fue la amenaza, había que dejarme sin recursos económicos para sobrevivir y los santistas del Ministerio bloquearon las fundaciones que asesoraba en el Programa Nacional de Concertación, sin decir, claro, que era una retaliación por mis escritos. La investigación por persecución política avanza en la Procuraduría.
Nunca dejé de escribir, mucho menos en el exterior, donde el 90% de los colombianos saben que la esperanza del país se llama Duque y eso despierta la furia de Santos, de las FARC, de Petro y de sus petristas.
Ayer Rodrigo Llano me expulsó de la Red de historiadores por mi artículo Semana Santa de Aguacate. Llanos escribe historia zurda y en su adoración a Santos, afirma que su “gobierno va muy, pero muy bien, a pesar de que le tocó cargar el fardo del uribismo, que desaparecerá de la faz de la tierra” es defensor de prebendas a los criminales de las FARC y con tales antecedentes, mis artículos en la red que preside, no podían menos que producirle nausea y el del aguacate lo llevó a la arcada para expulsarme. Dios nos libre de un gobierno con estos tipos, que calcan el proceder de Castro y de Chávez.
Llano no me hace mella. Fracasó en tratar de imponer una cátedra de su historia revanchista, distinta a la contrainstitucional que introduje al PEI de colegios de 132 municipios de 6 departamentos, al abrigo de la Cátedra Local de la Paz, por otra parte, varias prestigiosas academias de historia me honran como su miembro correspondiente, de número u honorario y están visibles en el link de la Biblioteca que lleva mi nombre y que les dejo a continuación, con el del artículo del aguacate de Petro.
Esa censura stalinista no pasará. Felices Pascuas y Duque presidente.